miércoles, 7 de enero de 2015

Día 6 - Hello World ( Frikada del 15, pero no tengo ideas para el título. )

Podría hacer varias listas sobre las razones por las que me gustas, o de cosas que estaría bien hacer contigo, se me ocurren muy diversas temáticas, pero hoy, estoy un poco blandita y quiero escribirte sin mucha estructura aunque tal vez no tenga demasiado sentido.

Lo tengo muy trillado, sí, siempre digo bobadas de tu sonrisa, pero lo cierto es que cuando pienso en ti es lo primero que me viene a la cabeza. La forma de tus dientes, la curva de tus labios y las arruguitas que se te ponen en los ojos (y tu protestas cuando te lo digo, pensando que te llamo viejo, cuando en realidad es la parte más encantadora) forman un conjunto mejor que -por ponerlo en palabras- sentarse a contemplar la Victoria de Samotracia con un bocadillo de roquefort (que igual suena raro, pero en mi cabeza es una buena comparación.)

Y después viene que si la espalda para rallar queso, que si el hecho de que me fascine tu pelo naranja y la barba de leñador, las manos de pianista y los brazos de levantar troncos (junto a más cosas que me reservo por si tenemos público) pero la verdad es que todo eso pierde importancia cuando hablamos de lo que realmente me emociona. Tú.

Todo lo que ser tú engloba, las razones por las que te admiro. Te llamo resabido de los cojones, pero perderías parte de tu encanto si no fueras puntilloso y eso siempre me hace ver que tienes un melón brillante. Tu seguridad en lo que haces bien, tu dulzura en el trato (aquí no vamos a entrar en las mañanas, jaja) y el cuidado que pones en hacer las cosas. Tu convicción y fuerza de voluntad para el deporte, comer cosas sanas y cantidades ínfimas de chocolate. Tu paciencia con mis "manitas". Cómo cuidas a tu perro (y el perro es +15.) Tu ingenio y tu sentido del humor. Cómo me haces reír. Y esta, que no es la última pero por ir acortando, y es una de mis favoritas, que igual es un poco méh, pero adoro la pasión que muestras por tu profesión y me encanta la idea de que te guste tanto, no todo el mundo echa huevos para dedicarse a su vocación y siempre he admirado a la gente que lo hace. Y ya sabes eso que digo sobre que si vuelas luego llueve porque pones cachondas a las nubes, vale que no es empírico, pero al menos concédeme que alguna conexión debe tener... 

Por cierto, lo del Bigfoot me parece improbable, pero si te animas un día lo buscamos :)