viernes, 16 de enero de 2015

Día 15 - Sobre mí (II)


Hoy te voy a contar la historia del arte (choni, dilo) de mi cuerpo.


Este fue el primero. Me lo hice al día siguiente de cumplir los dieciséis. Con autorización de mi santa madre (porque pensaba que no tendría huevos a hacérmelo). Cuando llegué a casa y me lo había hecho, se quedó flipando y me echó la bronca. Todo un WTF... 
Tiene una errata. El espíritu de la última alfa (lo que viene siendo la tilde esa) debería ir en el sentido contrario. De hecho lo iba en el dibujo original, pero el tatuador se marcó un freestyle aquí. 
Lo pensé durante bastante tiempo. El diseño no es que sea la leche, de hecho pienso retocarlo cuando tenga fondos y ganas de que me pinchen, pero es bastante motivador para mi. 
Creo que nunca lo hemos hablado. Es una cita de Platón, "jalepá tá kalá" latinizando un poco, tiene dos traducciones, pero básicamente viene a decir que las cosas buenas son difíciles. Hace muchísimo que soy una friki de Grecia y esta cita fue lo primero que leí en mi libro de Cultura Clásica y bueno, me pareció un buen homenaje y sobre todo un recordatorio para seguir pico y pala cuando lo necesito. 



Este me lo hice a los diecisiete, el día antes de Reyes. Y se me ocurrió el mismo día por la mañana. En este no tenía autorización, ya pa qué. Aquí estaba en plan meditativo y bueno, pensé que Grecia había sido la primera de mis pasiones, lo que me despertó un sentido de "vocación" y quería llevarlo conmigo.



Aquí tenía veinte. Después de volver de U.K. sabes que no pasé por mi mejor época. Me hice este tatuaje un poco como símbolo de que siempre tendría eso presente pero aprendería a vivir con ello y hacer algo bonito de la experiencia. El día que me lo hice pesaba 86 kilos, y fue el mismo día que empecé a bajar de peso. 
Las rosas son muy representativas del Reino Unido, es la flor que aparece en los escudos de armas de los Tudor y en general es un símbolo del país. También, y esto es un poco cursi, tenía unas rosas ya secas que me habían regalado, y cuando tuve que volver deprisa y corriendo no tenía dónde meterlas, como no quería tirarlas a la basura las puse en un jardín que tenía por allí, y bueno, decidí tener una rosa permanente en mi espalda.

Y hasta aquí el tema de hoy. Espero que se te haga entretenido.